Sarapura 70% Tannat, 30% Bonarda. Producción 4728 botellas.
Tannat de Cafayate, Salta. Maceración pre-fermentativa durante tres días a 10°C, luego la fermentación en piletas de concreto durante 10 días, a temperaturas cercanas a 24°C, con la idea de realizar una extracción suave de taninos. 30% del vino fue criado en barricas de roble francés de segundo y tercer uso durante 12 meses.
Bonarda de El Zampal, Tupungato, Mendoza. Fermentación alcohólica con levaduras indígenas en pileta de concreto por 10 días, manteniendo la temperatura a 25°C.
Alc 14,4% v/v
Contiene 750ml.
"La montaña refugia hace años a Sarapura, un buscador de tesoros escondidos en las alturas. Nadie lo ha visto aún, pero los más osados, aseveran que tiene un olfato único para encontrar las vides más fascinantes y cosechar sus frutos para hacer de ellos, su vino, el más preciado tesoro. Desde que lo vieron por última vez tras los rastros de destacados viñedos, nada más se supo de él. Sin embargo, los rumores dicen, que es la Pachamama quien se lo lleva y lo devuelve cada vendimia como un misterioso ángel protector que cuidará del secreto, de éste hijo de las montañas".
Sarapura 70% Tannat, 30% Bonarda. Producción 4728 botellas.
Tannat de Cafayate, Salta. Maceración pre-fermentativa durante tres días a 10°C, luego la fermentación en piletas de concreto durante 10 días, a temperaturas cercanas a 24°C, con la idea de realizar una extracción suave de taninos. 30% del vino fue criado en barricas de roble francés de segundo y tercer uso durante 12 meses.
Bonarda de El Zampal, Tupungato, Mendoza. Fermentación alcohólica con levaduras indígenas en pileta de concreto por 10 días, manteniendo la temperatura a 25°C.
Alc 14,4% v/v
Contiene 750ml.
"La montaña refugia hace años a Sarapura, un buscador de tesoros escondidos en las alturas. Nadie lo ha visto aún, pero los más osados, aseveran que tiene un olfato único para encontrar las vides más fascinantes y cosechar sus frutos para hacer de ellos, su vino, el más preciado tesoro. Desde que lo vieron por última vez tras los rastros de destacados viñedos, nada más se supo de él. Sin embargo, los rumores dicen, que es la Pachamama quien se lo lleva y lo devuelve cada vendimia como un misterioso ángel protector que cuidará del secreto, de éste hijo de las montañas".